miércoles, 7 de mayo de 2008

Alegoría de la caverna y su aplicación en la actualidad (Segunda parte: Conclusión)

Este curioso mito, aplicado al caso del eterno secuestro, sitúa a los hijos-nietos encerrados como los presos y el televisor como las sombras que se proyectan del exterior.

Afortunadamente, la televisión ofrece imágenes más nítidas de la realidad, no obstante, todos sabemos que la vida "real" no es como en las películas.

Se me plantea por tanto el enigma de la sensación que estos niños tuvieron ante la luz del día (al parecer padecen problemas en ojos y piel), y las personas y cosas del mundo exterior.

Aunque es algo completa y lógicamente inmoral, ya que se pretende reinstertar a estos individuos como personas "normales", creo que sería interesante realizar estudios de todo tipo sobre estos niños.

Como en la alegoría, quizás cuando se enfrenten a la vida real querrán encender la tele y sentirse más seguros ante un aparato que muestra personas que no pueden agredirles, insultarles ni hacerles sufrir en definitiva.

Podría escribirse un libro entero con las implicaciones y similitudes de este caso con la caverna, no obstante esta vez dejaré más abierto el texto a la imaginación de cada lector.

Sin duda del mito de Platón puede abstraerse que medios como la televisión, nos muestran "figuritas" de lo que hay fuera, y puede insensibilizarnos y desprotegernos ante el mundo exterior. No obstante, la televisión tiene funciones positivas de entretenimiento e información que, personas que nunca la han visto (ojos acostumbrados a la luz) no pueden apreciar (en la oscuridad). Pero lo que está claro es que la luz está en la calle, con la gente, con los paisajes, con el mundo, y todo lo que puedas encontrar en el ordenador o en la tele no es más que un vago reflejo de lo que hay ahí fuera. Si te gusta lo que ves, sal y disfrútalo por tí mismo.

Vivan sus propias películas.

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