jueves, 13 de septiembre de 2007

Letras de Donlebún: El tiempo

Uno de los últimos proyectos en los que me embarqué fue el de escribir rap. Comencé por estas fechas el año pasado, y escribí mi última letra este verano. No es que pretenda hacer propaganda de mis canciones, es sólo que, aunque la mayoría son simplemente canciones, algunas poseen un contenido similar de reflexión y pensamientos a los que podéis encontrar en este blog. Había pensado en expresarlo de otra forma, pero ya que existe la canción, dejaré la letra con rima tal y como está, ya que el mensaje se entiende bastante bien.

Esta es una de las últimas letras: El tiempo.

"Pasan los días, el tiempo es la partícula más fina, pasa constantemente, fluye, se diluye, traspasa cualquier superficie, y cualquier situación. Cuántas veces hemos querido congelar el tiempo, congelar el momento. Que los segundos no pasen o que pasen mas lentos. El presente ya es pasado antes de que te de tiempo de saborearlo, y muchas veces me pregunto ¿es tan importante haber sido feliz en un instante si luego queda atrás y tu vida sigue siendo la misma de antes?. Pocas cosas dejan huella en la vida de un joven, pocas cosas hacen mella y hay muchos que no lo ven. Parece ser que lo importante es la experiencia, la realización personal, construirse como persona, con paciencia. No vale la pena querer aparentar más edad para luego desear poder volar como aquel zagal. Si cada día te dieran sólo un día más de vida ¿qué harías? jamás te daría para hacer lo que desearías.

El tiempo no perdona, si te asomas al futuro verás como tus planes se desploman, la imaginación es traicionada por la cuarta dimensión que se escapa a nuestro control.

Te despiertas cada día pensando en lo que éste tendrá de diferente, pero para la mayoría de la gente no existe un aliciente suficiente para destacar. La rutina es una leyenda urbana, es un error tópico más de la raza humana. Si expandes tu mente cada día verás una oportunidad nueva en cada frente, en cada esquina, en cada ciudad, en cada lugar.


El cáncer de la humanidad es la pasividad del no hacer nada, la comodidad de esperar a la oportunidad desde el sofá y con la puerta cerrada. Con la convicción ingenua de que otros lo harán o de que por mucho que hagas no servirá para nada. En esta imagen de mantenerse al margen se encuentra la inmensa mayoría, y es que el egoísmo del vivir se basa en el tener que trabajar para ganarse el pan de cada día. Mientras los que tienen el poder siguen acumulando más poder y es que ya lo decía la Biblia: “al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará para dárselo al que tiene más hasta dejarlo sin nada”.


Mientras tanto el tiempo sigue pasando, tu envejeces y cada vez te sientes más libre más independiente, desaparecen las vetas a tu alrededor, te revelan las verdades sobre los mitos que oías de chico y te crees más cerca de la realidad cuando en realidad tu ingenuidad es mucho mayor que la de un niño. El tiempo crea la historia aunque luego solo es revelado lo que unos cuantos quieren que sepamos. El tiempo por sí mismo no da la experiencia, sólo las vivencias donde quizás un quinceañero está más curtido que un abuelo.

El tiempo no perdona, si te asomas al futuro verás como tus planes se desploman, la imaginación es traicionada por la cuarta dimensión que se escapa a nuestro control.

Mírate, en un segundo no puedes cambiar el mundo, siempre con prisas, estrés, demasiadas distracciones crearon que no puedes ocuparte de lo que realmente importa. Un brote de responsabilidad o de solidaridad no es suficiente para mejorar las cosas, esto es algo que comporta varias generaciones enteras, y bien, si no viviremos para verlo, ¿realmente merece la pena arreglar el destrozo de nuestros abuelos? Nunca lo sabremos. Si no podemos saber el impacto de nuestra buena fe, de nuestros actos ¿realmente merece la pena consagrar nuestra vida a este mundo nefasto? No será mejor pasar por esta vida sin hacer demasiado ruido, ser lo más feliz posible, y si sobra tiempo hacer feliz a los demás en lo posible. Dicen que sólo se vive una vez pero pocos piensan realmente que su vida no es más que una casualidad, todos esperan un bonito final, en el cielo, en otro cuerpo, en un mundo con los demás muertos, en un puerto sin regreso, con regreso en forma de espectro o en un mundo de sueños donde tus ojos sólo vean negro.


El deseo de inmortalidad es compartido por muchos, para poder hacer todo lo que no son capaces de hacer en vida porque viven en una sociedad corrompida. Todos quisieran ser un fantasma que ayude a la gente, pero sólo cuando no tengan más remedio ya que en vida no aprovechan su tiempo para hacerlo.

El tiempo no perdona si te asomas al futuro verás como tus planes se desploman, la imaginación es traicionada por la cuarta dimensión que se escapa a nuestro control.

En esta vida existen cosas gratuitas, una muestra, una canción, un corazón, una sonrisa, hay cosas que no cuestan dinero, que no cuestan sufrimiento pero no hay nada en este mundo que no consuma nuestro tiempo. Y es que esta vida consiste en esperar momentos como locos y después lamentar que duraron muy poco. El claro ejemplo del anti carpe diem se llama ser una persona que vive bien: porque quieres que acabe ya la clase que no te gusta, deseas que termine ya la jornada escolar, suplicas ser ya mayor de edad, pides a Dios que llegue ya el verano o el fin de semana, luego pides terminar ya de estudiar no tener que madrugar por las mañanas, ruegas empezar ya a trabajar y así poderte emancipar, y cuando te das cuenta estás cansado de currar y añoras el poderte jubilar. ¿Te diste cuenta? Toda tu vida deseando que pase el tiempo rápido y cuando te das cuenta ya ni te quedan ganas de vivir, eres un viejo antipático.

Así que mi consejo es sonríe sé feliz, haz que los demás también puedan reír, no quieras salir tan pronto de este vivir, aprovecha tu tiempo, tienes una eternidad para morir."



El tiempo - Donlebún

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