miércoles, 5 de septiembre de 2007

Los Testigos de Jehová (2ª Parte)


Capítulo VII: El pueblo de Israel.

Tras comprobar la tremenda devoción que tenían los Testigos de Jehová por la sagrada escritura, lo primero que se me pasó por la cabeza fue la cantidad de barbaridades que había oído que se decían en La Biblia, sobre todo en el Antiguo Testamento. No sé si conocen esta historia, pero circula por internet y se ha hecho bastante famosa, les aconsejo fuertemente que la lean aquí:

http://www.escepticospr.com/Archivos/dra.htm

El caso, es que yo quise atacar a los Testigos de Jehová con todos estos argumentos que ahí se mencionan, lo que viene siendo la dureza de un Dios castigador que impone leyes casi absurdas y por supuesto imposibles de cumplir muchas de ellas. Yo veía reflejado en La Biblia que el Dios de los judíos era vengativo y sanguinario "ojo por ojo, diente por diente", y penaba de muerte a quien incumpliera sus mandatos, mientras que el Dios de los cristianos (que técnicamente, es el mismo) lo perdonaba todo y era bondadoso y misericordioso, prometiéndole la resurrección a todo pecador.

La explicación de Jose (el testigo de Jehová) se basaba en la siguiente historia:

En la época de los judíos a la que se refiere el Antiguo Testamento, el pueblo de Israel no tenía gobernantes como presidentes o reyes, sino que sólo obedecían a Dios y a los profetas. Por tanto, los israelitas eran el pueblo de Dios, y Él imponía las leyes. Partimos del hecho de que Dios ha elegido al pueblo de Israel para ser Su pueblo. Dios, quería que Su pueblo fuese perfecto al igual que Él es perfecto. Como seres humanos y por las razones que veremos más adelante, los israelitas no podían ser tan perfectos como Dios. Entonces Dios, estableció leyes durísimas, para hacer saber al pueblo que todos ellos eran pecadores, que por mucho que intentaran seguir la ley, siempre serían pecadores, hasta por el mero hecho de nacer o de menstruar. Bien es sabido hoy en día, que nadie es capaz de seguir siquiera los diez mandamientos de Moisés. Volviendo a la historia de Israel, digamos que Dios estaba haciendo una purificación de la raza ("Dios era un poco nazi", le dije a los Testigos de Jehová), para que su pueblo, único y perfecto, se extendiera perfecto por toda la tierra.

Alrededor de Israel, había pueblos bárbaros donde la gente se comportaba sin ningún pudor sexual ni lealtad a la sociedad ni a la familia, tenían otros ídolos y dioses, a los que entregaban sus hijos quemados en la hoguera como ofrenda y otras muchas barbaridades.
Muchas de las leyes a priori absurdas que dió Dios a los israelitas se basaban en que evitaran en todo imitar a las naciones vecinas, incluso a la hora de pelarse y afeitarse la barba, no quería Dios que en eso se parecieran sus discípulos.

Pero se vé que los israelitas finalmente desobedecieron a Dios: "Despreciaron sus mandatos, la Alianza que había pactado con sus padres, y las ordenanzas que les había dado. Se apegaron a ídolos inútiles y se hicieron tan inútiles como sus ídolos, igual que las naciones que los rodeaban, siendo que Yavé les había mandado que no las imitaran." (2Reyes 17:15).

Más tarde, con la venida de Jesús, se suprime la ley mosaica, y sufre modificaciones: "Se dijo a vuestros antepasados...Ahora yo os digo..." (Mt 5). También está escrito: "La ley era un acompañante que os guiaba hasta Dios, ahora ya no necesitáis acompañante". Es decir, que con la venida de Jesucristo todas esas leyes insufribles cobran un significado distinto, y muchas desaparecen. Ahí radica la diferencia entre el Dios de los judíos y el Dios de los cristianos.

Capítulo VIII: ¿Por qué permite Dios el sufrimiento?

Según el libro "¿Qué enseña realmente la Biblia?" utilizado por los Testigos de Jehová en su predicación, la respuesta a esta y otras preguntas frecuentes se encuentran en la escritura. Este libro es un manual para encontrarlas. Les ilustraré con la explicación de esta pregunta en concreto que da título al capítulo.

Todo comienza, como no, con el Génesis. Al principio de los tiempos existía Dios, que creó a Adán y Eva, tanto ellos como el mismo Lucifer estaban sometidos a Su voluntad. Vivían en el jardín del Edén donde el paraíso se extendía por toda la Tierra. Pero Dios concedió el libre albedrío, es decir, la libertad de decidir, pensar y creer por sí mismos. Dios advirtió a Adán y Eva que si comían del fruto prohibido morirían, pero Lucifer, mintiendo a Adán y Eva y desobedeciendo a Dios (la mentira es pecado), les invitó a que comieran, que no les pasaría nada. En ese momento Lucifer se convirtió en el Diablo, por desobedecer a Dios siendo expulsado de su paraíso. Tras comer del fruto prohibido, Adán y Eva fueron condenados a vivr fuera del paraíso. Dios puso a Adán y Eva en un mundo controlado por el Diablo, para que con el tiempo descubrieran por sí mismos que no eran capaces de dirigir sus propias vidas, tal y como habían pretendido desobedeciendo a Dios. De este modo, el mundo en que vivimos está controlado por el Diablo, y por ello hay sufrimiento. Dios no evita este sufrimiento, porque si lo hiciera, el ser humano pensaría que es capaz de gobernarse solo. Dios permite que ocurran las desgracias que directa o indirectamente provocamos para que nos demos cuenta de que el ser humano no es capaz de regir la vida, y sólo Dios puede.

Dios no puede dirigir al ser humano según su voluntad porque interferiría con el libre albedrío que nos otorgó. Y como bien dice la Biblia, "Dios no puede contradecirse a sí mismo".

Capítulo IX: La muerte

Por extraño que parezca la concepción de la muerte para los Testigos de Jehová según el libro antes mencionado, es la misma que la que podría ser para un científico o un ateo. Es decir, una vez has muerto, tu cuerpo se descompone junto con tu cerebro y por lo tanto no puedes sentir ni recordar ni soñar nada, y cito textualmente "cuando mueres, dejas de existir". Es decir, que no esperan una resurrección inmediata ni ningún tipo de Cielo.

Sólo cuando llegue el fin del sistema de cosas y baje Dios al mundo, resucitará "a justos e injustos" según cita la Biblia. No obstante, Jose, el Testigo de Jehová, hizo una afirmación rotunda: "ningún homosexual entrará en el reino de los cielos".
Entonces fue cuando yo repliqué: "¿Acaso Dios no perdona siempre?"
Respuesta: "Sí, pero sólo entrará por tanto, si se arrepiente y vuelve al camino recto".
O sea, que técnicamente todo el que se arrepienta y se vuelva firme ante sus pecados será perdonado, aunque frente a algo tan intrínseco como la homosexualidad...hay mucho debate aquí.

No obstante, la respuesta a cualquier pregunta retorcida siempre será: "Dios es el juez que decide", es decir, que por mucho que hagas bien o mal en vida, al final Él hará lo que le plazca. Obviamente, según Él hay que seguir su palabra, pero no parece condición sinequanum.

Capítulo X: El apocalipsis y el Gobierno - conclusión

Jose, el testigo de Jehová, a sus treinta y pico años afirmaba que él cree vivir para ver la venida de Dios que significará el Fin de los Tiempos. Es decir, que está cerca, aunque esto siempre ha sido muy polémico porque los Testigos de Jehová siempre afirmaron que el fin sería en el siglo XIX, luego en 1914, 1915 y hoy en día dicen no poder saberlo con exactitud.

Tras el apocalipsis, que ellos llaman revelación, y que explicaremos más adelante, vendrá el reino de Dios. El reino de Dios es un mundo en el que no hay mal, sólo bien: "En la nueva creación no habrá pecado, sufrimiento, muerte ni maldad" (Apocalipsis 21:4). En el reino de Dios todo el mundo será perfecto. "Pues qué aburrido, ¿no?, ¿acaso no es la imperfección lo que nos hace personas?" dije yo.
Jose me contesta: "Que seamos perfectos no significa que seamos iguales, todos seremos muy inteligentes y diestros, pero cada uno a su manera".

La verdad es que debe de estar guapo eso de una vida con todo lo bonito de esta pero sin lo malo, cada uno con su profesión, aunque creo que siempre pierde emoción.

Bueno volviendo al apocalipsis, se supone que todo se destruirá, no me voy a centrar mucho en este punto, pero lo interesante viene ahora. La nueva creación, es decir, el reino de Dios, es en realidad un Gobierno.
Los Testigos de Jehová tienen una jerarquía bastante sectaria (algo tenían que tener de paranoides), digamos que empiezan como simples predicadores (llamados publicadores) y van subiendo posiciones con nombres bastante extraños (ancianos, superintendentes, esclavo fiel y discreto). Todo esto tiene una relación directa con la escritura, aunque supongo que las asignaciones han sido convencionales. Pero la cúpula es lo que más me espina, a saber, según Wikipedia:

Esclavo fiel y discreto: Según sus creencias es el grupo total de cristianos con esperanza celestial, que alcanzan un total de 144.000 (Apocalipsis 14:1). Estos han sido escogidos por Dios desde la época de los Apóstoles hasta nuestros días. En la actualidad solamente queda un grupo reducido en la tierra, llamados resto ungido. Al cuerpo gobernante se le considera representante y vocero de este resto.

Resto Ungido: Los cristianos con esperanza celestial que aún viven en la tierra en el tiempo actual. Estos junto a los que ya han muerto deben formar un conjunto de 144.000 personas, tanto hombres como mujeres, que gobernarán junto con Cristo en su Reino por un período de 1000 años. Mientras viven en la tierra llevan la delantera en la predicación mundial de las buenas nuevas.

Y bien, me parece muy mal que estos individuos aspiren a ser reyes del apocalipsis, quieren llevarse la gloria de Dios. Mientras que la Biblia dice: "Los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros", como también dice: "El que quiera salvar la vida la perderá, y el que la pierda por mí, vivirá eternamente".

En cualquier caso, concluyo este relato:
No me he adherido a esta religión porque no estoy deacuerdo con la mayoría de sus preceptos. No obstante, me parece mucho más respetable de lo que la gente cree, ya que, aunque sus creencias son arcaicas, las siguen sin hacer interpretaciones convenientes. Y otra cosa importante que aprendí, es que no te piden dinero como la gente suele pensar, ellos dicen, siguiendo como no, fielmente La Biblia: "Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis" (Mt 10:8). Por tanto, es una organización que (doy fe de ello), al menos al principio, te proporciona material didáctico de forma gratuita, y dicen sostenerse con las aportaciones voluntarias de los miembros. No sé si una vez metido en la organización te ves ciertamente obligado a poner tus recursos (un predicador tendrá que comprar su propio material de predicación), pero en principio no buscan tu dinero.

Espero que les haya gustado y hayan aprendido.

Hasta la próxima.

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