miércoles, 5 de septiembre de 2007

Sobre las estrellas, la luz y el sonido (1ª parte)

1. Cuenta doce estrellas y te convertirás en vampiro

Una vez vi un documental de Discovery Channel, presentado por el protagonista de Jurassic Park, un tío muy carismático. El caso es que en el documental, se decía:

"¿Sabes cuantos granos de arena hay en un puñado? ¿Miles, millones? ¿Y en toda una playa? ¿Inimaginable, verdad?"

"Pues por cada grano de arena que hay sobre la Tierra, hay mil estrellas en el universo".

¿Alguien me hace el cálculo?

2. La típica historia de la estrella que ya no está

Aunque es una historia bastante extendida, para el que no la haya escuchado nunca, yo la relato aquí.
Resulta que en el cielo, como hemos visto hay millones y millones de estrellas, sin embargo, sabemos que la mayoría están tan lejos, que las distancias se miden por años luz que la distancia que recorre la luz en un año a 300.000km/s, una barbaridad.
Pues bien, el caso es que debido a esta distancia abismal, hoy en día vemos estrellas por la noche que en realidad desaparecieron hace tiempo. Es decir, que estás viendo una estrella que no existe. ¿Cómo es posible? Muy sencillo:

Si una estrella está a 3 años luz, significa que la luz tarda 3 años en recorrer la distancia entre la estrella y la Tierra. De esta forma, cuando la estrella en un momento emite luz, esa luz llega a la Tierra tres años después. Si la estrella se apagase, la luz emitida durante los últimos tres años estaría llegando a la Tierra hasta tres años después de que la estrella desapareciese.

Ocurre algo parecido a cuando vemos fuegos artificiales, vemos la explosión, y unos segundos después (dependiendo de la distancia) escuchamos la explosión. Esto es porque la luz viaja un millón de veces más rápido que el sonido.

La velocidad del sonido no es tan inmensa, en el aire (a una temperatura de 20 ºC) es de 340 m/s (1.224 km/h) . Esta velocidad ya es alcanzable y superable por el hombre, claro es el ejemplo de los aviones supersónicos (de ahí su nombre). Técnicamente, si usted se sube a un avión supersónico, y mientras despega abre la ventana y grita: "Jerónimoooooo", puede que llegue a su destino antes que su voz, y cuando se baje del avión y esté de camino al hotel, se oiga a sí mismo.

En la segunda parte seguiremos hablando de estas curiosidades.

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